Espinosa Calderón, María Esther
Es una realidad, aunque se quiera creer o no
La Iglesia lo condena, el estado lo castiga, la sociedad lo juzga, el hombre participa y la mujer que es la afectada no tiene derecho a decidir, y así ha sido durante mucho tiempo. A pesar de la excomunión, del secreto, del tabú, de la cárcel, el aborto se continúa practicando.