Laura Bolaños Cadena

No todo es culpa del imperialismo

Llama la atención que los sectores agrarios y los propios partidos y organizaciones comenzaran a protestar y a movilizarse contra la apertura total a los productos del campo estadounidense y canadiense, cuando ésta entró en vigor el 1o. de enero de este año, al cumplirse nueve de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Ni en el momento en que se firmó el tratado ni cuando el gobierno de Bush decidió aumentar desmesuradamente los subsidios a sus agricultores, se manifestó una reacción adecuada a tales hechos. No obstante, era de preverse que los afectados no permanecerían pasivos al concretarse un embate que los conduce a la desaparición.