Silva-Herzog, Jesús
Toda la fuerza del estado
Bajo palabra
Ritual en crisis, el informe presidencial sigue siendo una oportunidad extraordinaria para calibrar razones, propósitos y resultados de la acción gubernamental. Desde 1988 el día del informe presidencial es un momento que sintetiza crisis: el desajuste entre forma y sustancia de la política mexicana, un suceso que encapsula teatralmente el momento transicional en el que nos revolcamos. En efecto, el ritual de culto presidencialista ha quedado sin efigie y, sin embargo, sigue reeditándose. Durante la Era Clásica del Sistema Político Mexicano, el informe era una larga autocelebración que hacía del Congreso una ofrenda de aplausos, una ceremonia que marcaba los seis ciclos del tiempo político. Hoy el espectáculo del informe se ha convertido en el autorretrato de un poder que ignora su circunstancia.