Pérez Correa, Fernando

¿Crisis de la Universidad o del sistema?

El paro universitario fue atroz. Sus protagonistas, su duración, sus costos, las peripecias registradas a lo largo de meses conforman un argumento irrefutable en favor de la reforma de la Universidad. Más que necesaria, la reforma es inaplazable. Cuando una institución no puede procesar sus discrepancias de fondo, y éstas terminan por ser dirimidas por la fuerza pública debemos reconocer que enfrenta una crisis de viabilidad que no puede ser resuelta sin, cuando menos, la reconstrucción de sus consensos básicos... Hoy la reforma universitaria es una tarea que reconocen como suya, en principio, todos los actores del paro: unos, los paristas, porque desde su primer planteamiento hicieron de un congreso universitario resolutivo la condición sine qua non para reabrir las instalaciones; otros, las autoridades, porque a lo largo del conflicto cobraron conciencia de que estaba en juego precisamente el futuro de la universidad; otros, en fin, las fuerzas y los grupos políticos, porque un ejercicio de reformas abierto al futuro es infinitamente más promisorio que la continuación de un conflicto podrido y sin perspectivas de ganancia.