Zepeda, Eraclio

La tumba de Tamerlan

A finales de los años treinta la fama del antropólogo Guerasimov recorría toda la Unión Soviética. Había desarrollado vna técnica entre la ciencia y el arte que aplicaba sobre los cráneos de aquellos personajes que fueron famosos en vida. Al cuidado de sus manos las calaveras egregias se iban cubriendo poco a poco de pastas y sustancias muy semejantes a la piel humana. La coloración era perfecta. Modelando las fosas nasales, el mentón y los pómulos, Guerasimov arrancaba de la muerte y del olvido aquellos rostros que un día gobernaron Rusia: Pedro El Grande, Catalina, Iván El Terrible.