Carmen Aristegui apuesta a la legalidad
Summary: Lo importante es saber dónde está la verdad, dice Julio Cortázar en su poema, Las buenas conciencias. Atrevido, porque la verdad puede verse desde diferentes ópticas, Cortázar señala: “s evidente que leer Le Monde es ya un combate frente a los que leen el Figaro. De forma similar, hoy en México la prensa está divida, como diría Lorenzo Meyer, entre los conservadores y liberales de siempre; yo agregaría que casi sin importar el medio. Lo importante, recalca Carmen Aristegui, no es regresar a MVS sino la obligación moral y profesional de denunciar un, golpe autoritario que pretende liquidar el modelo periodístico que presentamos. Se trata de que a partir de la legalidad se haga valer, todo el jaloneo que implicó la reforma constitucional en telecomunicaciones. Hoy, la ley establece que la radiodifusión es un asunto de servicio público; de igual manera están consignados los derechos de las audiencias, eso es, un componente jurídico muy poderoso que hay que estrenar, afirma Aristegui. De acuerdo con ese entorno, es contundente: los empresarios son dueños de las instalaciones, del micrófono, del tapete, de los sillones, pero no son dueños del aire ni del espectro radioeléctrico, ese es un bien público.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 470736 |
Lo importante es saber dónde está la verdad, dice Julio Cortázar en su poema, Las buenas conciencias. Atrevido, porque la verdad puede verse desde diferentes ópticas, Cortázar señala: “s evidente que leer Le Monde es ya un combate frente a los que leen el Figaro. De forma similar, hoy en México la prensa está divida, como diría Lorenzo Meyer, entre los conservadores y liberales de siempre; yo agregaría que casi sin importar el medio. Lo importante, recalca Carmen Aristegui, no es regresar a MVS sino la obligación moral y profesional de denunciar un, golpe autoritario que pretende liquidar el modelo periodístico que presentamos. Se trata de que a partir de la legalidad se haga valer, todo el jaloneo que implicó la reforma constitucional en telecomunicaciones. Hoy, la ley establece que la radiodifusión es un asunto de servicio público; de igual manera están consignados los derechos de las audiencias, eso es, un componente jurídico muy poderoso que hay que estrenar, afirma Aristegui. De acuerdo con ese entorno, es contundente: los empresarios son dueños de las instalaciones, del micrófono, del tapete, de los sillones, pero no son dueños del aire ni del espectro radioeléctrico, ese es un bien público.
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