Kalidh
Summary: Hace no muchos años yo vivía en Bagdad con mi madre Jazmine, mi padre Ahmed y mis dos hermanas Fadilah y Abida. Vivíamos en una casa muy humilde. El trabajo de mi padre era muy pesado, así que yo me dedicaba a ayudarle para ganar unas cuantas monedas más. Mis dos hermanas mayores, Abida y Fadilah, eran gemelas, ayudaban a mi madre a vender productos en el mercado y cuando llegaban comíamos todos juntos en la mesa, compartíamos lo sucedido durante el día. Fadilah era muy dulce y tierna conmigo, tenía un corazón de oro; una vez ummi2 me castigó sin comer una tarde por causa de una mentira de Abida, pero Fadilah me llevó la mitad de su ración escondida entre sus mangas. Ella y yo jugábamos todas las tardes y siempre me dejaba ganar, además de su enorme dulzura era muy generosa y humilde. Abida era un poco pesada conmigo, pero siempre que la castigaban me gustaba ayudarla con lo que UMMI le había encomendado hacer para que no se sintiera tan mal. Durante la noche todos dormíamos en una misma habitación, nuestra casa era de barro y arena del desierto, pues vivíamos en una de las comunidades más pobres y aisladas de Bagdad. Teníamos un pequeño pozo de agua que tiempo atrás se secó completamente, pero con el tiempo el agua comenzó a filtrarse y nuevamente se llenó; allí guardábamos agua para todo el año.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 467812 |
Hace no muchos años yo vivía en Bagdad con mi madre Jazmine, mi padre Ahmed y mis dos hermanas Fadilah y Abida. Vivíamos en una casa muy humilde. El trabajo de mi padre era muy pesado, así que yo me dedicaba a ayudarle para ganar unas cuantas monedas más. Mis dos hermanas mayores, Abida y Fadilah, eran gemelas, ayudaban a mi madre a vender productos en el mercado y cuando llegaban comíamos todos juntos en la mesa, compartíamos lo sucedido durante el día. Fadilah era muy dulce y tierna conmigo, tenía un corazón de oro; una vez ummi2 me castigó sin comer una tarde por causa de una mentira de Abida, pero Fadilah me llevó la mitad de su ración escondida entre sus mangas. Ella y yo jugábamos todas las tardes y siempre me dejaba ganar, además de su enorme dulzura era muy generosa y humilde. Abida era un poco pesada conmigo, pero siempre que la castigaban me gustaba ayudarla con lo que UMMI le había encomendado hacer para que no se sintiera tan mal. Durante la noche todos dormíamos en una misma habitación, nuestra casa era de barro y arena del desierto, pues vivíamos en una de las comunidades más pobres y aisladas de Bagdad. Teníamos un pequeño pozo de agua que tiempo atrás se secó completamente, pero con el tiempo el agua comenzó a filtrarse y nuevamente se llenó; allí guardábamos agua para todo el año.
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