José Quintero, historietista “Hemos perdido la gallardía y el arrojo”
Summary: A José Quintero le desesperan la indecisión, la hipocresía y la falta de coraje de los historietistas y de los mexicanos en general. En momentos sociales tan duros, en donde todo parece ir hacia, un colapso total, no entiende cómo puede haber personas que no se atreven a definir su postura ante el potencial desastre. No extraña que Quintero haya decidido, después de una década de espera, revivir a su más entrañable personaje. Buba, una niña con cara de inocente y alma neurótica, reina del azote existencial, está de regreso. Ante un país cada vez más desdibujado, Buba se reafirma como una niña con conciencia crítica: No hay lugar para tibiezas, puto el que no muerda el sol, grita en una de las tiras de su nuevo libro: Buba. Volumen dos. Yo veo a muchos chavos y no entiendo su necesidad de fama, de reconocimiento. Todos buscamos afecto en una u otra medida, es cierto, pero esa necesidad de reconocimiento inmediato es, la verdad, muy barata.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 467571 |
A José Quintero le desesperan la indecisión, la hipocresía y la falta de coraje de los historietistas y de los mexicanos en general. En momentos sociales tan duros, en donde todo parece ir hacia, un colapso total, no entiende cómo puede haber personas que no se atreven a definir su postura ante el potencial desastre. No extraña que Quintero haya decidido, después de una década de espera, revivir a su más entrañable personaje. Buba, una niña con cara de inocente y alma neurótica, reina del azote existencial, está de regreso. Ante un país cada vez más desdibujado, Buba se reafirma como una niña con conciencia crítica: No hay lugar para tibiezas, puto el que no muerda el sol, grita en una de las tiras de su nuevo libro: Buba. Volumen dos. Yo veo a muchos chavos y no entiendo su necesidad de fama, de reconocimiento. Todos buscamos afecto en una u otra medida, es cierto, pero esa necesidad de reconocimiento inmediato es, la verdad, muy barata.
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