Spots, traiciones y el candidato independiente en Nuevo León

Margarita Arellanes, la joven alcaldesa, aparece en primer plano en el centro de la imagen; su aspecto es limpio y luminoso, pero sobrio y sencillo, y aparece sonriendo, o atendiendo fijamente con la mirada, o tomando de la mano, o abrazando a una niña de muy escasos recursos, o a una ancianita de zonas marginadas, o a un señor ya de canas y de aparente clase media baja, y en la parte inferior con letras grandes, o al final del spot, se ve la leyenda: Margarita… Gobernadora; y, luego, en letras muy chiquitas o en medio segundo al final del spot se lee o escucha apenas: Mensaje dirigido a los panistas. Arellanes, la primera presidenta municipal de Monterrey, la que pasó tres años construyendo su candidatura, la que, a ojos de muchos, parecía imparable hacia la gubernatura, parecía estar ya pensando más en la campaña general que en las elecciones internas del PAN. Felipe Cantú, quien al final, el pasado 15 de febrero, le ganó la candidatura a Arellanes, pareció moverse más hacia adentro de su partido que hacia afuera. No tuvo, en esta fase, tanta propaganda mediática como Arellanes. Y al parecer no la necesitó. Arellanes padeció la traición del llamado, Grupo San Nicolás, conformado por líderes panistas con fuerza local en Monterrey.Algunos temen que la candidatura de, El Bronco, pudiera ser una estrategia pactada con el PRI.