Un día que dura 70 años
Summary: Dresde era una de las ciudades más hermosas de Europa. La Segunda Guerra Mundial la había respetado. Pero el trece de febrero de 1945 cuatro bombardeos ingleses y estadunidenses destrozaron la ciudad y segaron veinticinco mil vidas, en un ataque por demás cruel e inútil. El hecho, con el que probablemente los anglosajones querían mandar un mensaje a los soviéticos, ha sido usado como propaganda por los nazis, los neonazis y otras agrupaciones. El reto para Alemania actual es recordar a aquellas víctimas con rigor histórico y sin fomentar la polarización, en un continente donde la ultraderecha galopa.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 465639 |
Dresde era una de las ciudades más hermosas de Europa. La Segunda Guerra Mundial la había respetado. Pero el trece de febrero de 1945 cuatro bombardeos ingleses y estadunidenses destrozaron la ciudad y segaron veinticinco mil vidas, en un ataque por demás cruel e inútil. El hecho, con el que probablemente los anglosajones querían mandar un mensaje a los soviéticos, ha sido usado como propaganda por los nazis, los neonazis y otras agrupaciones. El reto para Alemania actual es recordar a aquellas víctimas con rigor histórico y sin fomentar la polarización, en un continente donde la ultraderecha galopa.
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