La Academia Mexicana de Ciencias Penales y la unificación de la legislación penal / Elisa Speckman Guerra

En 1962 escribió Raúl Carrancá y Trujillo: El camino para la relativa unificación está trazado. Y hasta largamente recorrido. Sobra decir que, a cincuenta años de distancia, el camino que se ha recorrido es aún más largo. Desde la década de 1930 numerosos juristas han defendido la necesidad de terminar con la pluralidad existente en la legislación penal y procesal penal mexicana. Esta demanda, sobre todo en los últimos años, ha sido apoyada por gobernantes, procuradores de justicia, juzgadores y legisladores. Con el objeto de poner fin a la pluralidad se han contemplado dos vías. Por una parte la unificación o la unidad, es decir, la promulgación de códigos únicos por parte del Congreso de la Unión, con la consiguiente reforma de la Constitución, que otorga a las entidades federativas la facultad de emitir sus ordenamientos penales y procesales. Por otra parte la uniformidad o armonización, vista como solución definitiva o como medida transitoria, lograda a partir de la elaboración de códigos tipo adoptados de común acuerdo por los integrantes de la federación...