Tabú de la virginidad a través de los “cántaros rotos”. Las jóvenes rurales en Michoacán: entre la tradición y la educación

Uno de los obstáculos para la movilidad subjetiva de las jóvenes rurales en Michoacán es el tabú de la virginidad. A causa de esto, algunas jóvenes rurales construyen una identidad femenina que no incluye de manera significativa componentes enlazados a las ganancias subjetivas de la vida escolar, pues terminan cediendo al matrimonio, la máxima realización de su agencia femenina. Las jóvenes rurales de nuestro estudio reducen su agencia al hecho de ser esposas antes que estudiantes debido a que el reconocimiento social de la mujer, exitosa, y, virtuosa, sigue dependiendo en ese medio de que la mujer tenga un hombre a su lado, como lo muestra la tradición de los, cántaros rotos. Y de que la educación no necesariamente dota a las mujeres de las herramientas adecuadas para la construcción de agencia, en tanto se ha desdibujado como proyecto social, además de no haber incorporado integralmente la perspectiva de género. Este artículo se desprende de una investigación actualmente en curso y que lleva por título: Trayectorias juveniles rurales entre la escuela, el trabajo y la ciudadanía. Las posibilidades de agenciamiento de la juventud rural. Lo que aquí exponemos son algunas reflexiones psicoanalítico-feministas, Irigaray, 1985, acerca del tabú de la virginidad a través del análisis del rito de los, cántaros rotos, y, por otra parte, se abordarán algunas posibles causas de que la educación no logre convertirse en una vía poderosa para superar el poder de la tradición y el mito que involucra el culto patriarcal a la mujer virgen.