Correspondencia entre José Luis Martínez y Miguel León-Portilla

La correspondencia epistolar que aquí publico proviene de los años comprendidos entre el veintiuno de septiembre de 1961 y el once de marzo de 1974. A pesar del más bien largo lapso que abarcan estas fechas, se trata además de una correspondencia un poco esporádica. En su conjunto son tan sólo veinticuatro páginas las que se conservan. Copias de éstas me han sido proporcionadas por el doctor Rodrigo Martínez Baracs hijo de José Luis. A continuación comentaré sucintamente el contenido de estas epístolas. La primera, suscrita por Demetrio Sodi M., quien era secretario del Instituto Indigenista Interamericano, organismo del que yo era director, está dirigida a José Luis que a la sazón era embajador de México en la República de Perú. En ella simplemente le informan que me encuentro ausente precisamente en viaje hacia Perú. El profesor Sodi hace allí referencia a otra carta que, según dice, fue enviada por José Luis y fechada unos días antes, lo que manifiesta que faltan algunas de las cartas que José Luis y yo intercambiamos. Tres cartas más se conservan del año 1961. En ellas aparecen ya los temas principales sobre los que se centrará la mayoría de las otras cartas que se conservan. Así, por ejemplo, José Luis me comunica que yo he sido elegido miembro de la Academia de la Lengua y que él ha apoyado tal elección. En otra carta de fecha muy poco posterior informo a José Luis de mis planes en el Perú ya que mi propósito es reforzar los lazos tanto personales como institucionales con los más distinguidos antropólogos e historiadores peruanos…