Enseñar, aprender y evaluar como proceso integral del aprendizaje: la evaluación formativa

Si bien la práctica de la evaluación educativa se remonta a principios del siglo Veinte, la década de 1990 registró un desarrollo acelerado de los sistemas de evaluación nacionales e internacionales. Éstos colocaron a la evaluación educativa como un fin en sí mismo, ajeno a los objetivos del aprendizaje de los estudiantes. Como respuesta a ello, se han llevado a cabo diversos estudios que dan cuenta de la importancia estratégica de la evaluación formativa o evaluación para el aprendizaje como parte integral de la tríada enseñanza-aprendizaje-evaluación para el logro del aprendizaje profundo. Estos estudios analizan experiencias innovadoras en el aula que comprueban la práctica indisoluble de esta tríada en las nuevas pedagogías basadas en teorías constructivistas del aprendizaje. Por lo tanto, en el presente artículo hago una revisión de esta literatura, que permite comprobar la importancia de impulsar la evaluación formativa como parte inherente del aprendizaje profundo, tanto de los alumnos como de los maestros en su práctica docente; así como identificar los obstáculos y desafíos que aún quedan por vencer.