Pachanga y Violencia en México
Summary: La violencia tiene su propio nicho de debate, el que se arremolina en torno a la esfera de influencia de variables económicas y políticas: la pobreza, la política sobre drogas, la violencia política, la desigualdad, el estado de derecho ... Es natural. Se buscan soluciones, no una reformulación del drama que se cree cubierto por medios de comunicación a los que se desdeña como sensacionalistas. Cuando se incluye el ámbito social o cultural más general, suele ser para segmentarlo y microanalizarlo: la violencia contra las mujeres o el crimen organizado, ese término enigmático que ha sustituido al tradicional, andaba Con malas compañías. Sin embargo, hay actividades sociales y patrones de comportamiento que tienen una marcada influencia sobre la violencia y que a menudo pasan desapercibidos. El más evidente es que se trata de un asunto de hombres: en México el noventa y cinco por ciento de los condenados por homicidio doloso entre 2003 y 2012 fueron varones, y el 89 por ciento de las víctimas de homicidio entre 1900 y 2016 también fueron hombres. Pese a la franca universalidad de los hombres en el recuento de asesinos y asesinados, la biología no predice su sino. La testosterona fomenta la agresión, sí, pero también la cooperación.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 516437 |
La violencia tiene su propio nicho de debate, el que se arremolina en torno a la esfera de influencia de variables económicas y políticas: la pobreza, la política sobre drogas, la violencia política, la desigualdad, el estado de derecho ... Es natural. Se buscan soluciones, no una reformulación del drama que se cree cubierto por medios de comunicación a los que se desdeña como sensacionalistas. Cuando se incluye el ámbito social o cultural más general, suele ser para segmentarlo y microanalizarlo: la violencia contra las mujeres o el crimen organizado, ese término enigmático que ha sustituido al tradicional, andaba Con malas compañías. Sin embargo, hay actividades sociales y patrones de comportamiento que tienen una marcada influencia sobre la violencia y que a menudo pasan desapercibidos. El más evidente es que se trata de un asunto de hombres: en México el noventa y cinco por ciento de los condenados por homicidio doloso entre 2003 y 2012 fueron varones, y el 89 por ciento de las víctimas de homicidio entre 1900 y 2016 también fueron hombres. Pese a la franca universalidad de los hombres en el recuento de asesinos y asesinados, la biología no predice su sino. La testosterona fomenta la agresión, sí, pero también la cooperación.
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