Las Otras Elecciones (II): Puebla, Guanajuato Y Chiapas
Summary: Nadie puede confiarse ante el avance de Morena. No, al menos, las menguadas fuerzas tricolores y albiazules. En algunas entidades, el tradicional bipartidismo bien podría dar paso a un tripartidismo competitivo, Puebla, en otras, la rotación de partidos en el poder podría ser aún mayor, Chiapas, y en algunas otras, con hegemonía partidista clara, un nuevo partido podría asumirse como segunda fuerza politica, Guanajuato. Puebla acudirá a las urnas el próximo primero de julio a renovar prácticamente todo: la gubernatura, sus doscientas diecisiete alcaldías y sus cuarenta y un diputaciones locales. Más que panista, Puebla es un bastión morenovallista. Instalado en el poder desde hace dos periodos gubernamentales, por si o por interpósita persona, Rafael Moreno Valle busca alargar su influencia y mandato en las tierras camoteras. Con el resultado en el aire y una contienda cada vez más cerrada, está por verse si Morena hace la hombrada o si el exgobernador todavía puede mantener el control de su feudo. Quizá no haya entidad federativa más panista que Guanajuato. La entidad del Bajío fue una de [as primeras en conocer la alternancia en el poder cuando, en 1989, Carlos Medina Plascencia se instaló en el Palacio de Gobierno. Con sus bemoles, la administración de Miguel Márquez sale bien librada, especialmente en un panorama de gobernadores rapaces que poco o nada lograron por sus terruños. Sin duda, la buena estampa del gobernador representa una importante posición de ventaja para el candidato panista que, muy seguramente, sucederá al gobernador Márquez. Una encuesta de mediados de marzo registraba una holgada ventaja para el candidato del Frente PAN-PRD-MC. Si nada extraordinario sucede en poco más de un mes que resta de campana, Acción Nacional se enfilaría hacia su sexta administración estatal al hilo. En contraste, Chiapas experimenta una honda racha de inestabilidad y fracturas que han terminado por hundir a la coalición en el gobierno estatal. La que fue joya de la corona para el PVEM, vive sus últimos momentos en manos de uno de los suyos. Todo indica que el mapa político de la entidad se modificara radicalmente, pues de una mayoría verde-tricolor podría pasarse a un mosaico variopinto donde Morena irrumpa con fuerza.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 514629 |
Nadie puede confiarse ante el avance de Morena. No, al menos, las menguadas fuerzas tricolores y albiazules. En algunas entidades, el tradicional bipartidismo bien podría dar paso a un tripartidismo competitivo, Puebla, en otras, la rotación de partidos en el poder podría ser aún mayor, Chiapas, y en algunas otras, con hegemonía partidista clara, un nuevo partido podría asumirse como segunda fuerza politica, Guanajuato. Puebla acudirá a las urnas el próximo primero de julio a renovar prácticamente todo: la gubernatura, sus doscientas diecisiete alcaldías y sus cuarenta y un diputaciones locales. Más que panista, Puebla es un bastión morenovallista. Instalado en el poder desde hace dos periodos gubernamentales, por si o por interpósita persona, Rafael Moreno Valle busca alargar su influencia y mandato en las tierras camoteras. Con el resultado en el aire y una contienda cada vez más cerrada, está por verse si Morena hace la hombrada o si el exgobernador todavía puede mantener el control de su feudo. Quizá no haya entidad federativa más panista que Guanajuato. La entidad del Bajío fue una de [as primeras en conocer la alternancia en el poder cuando, en 1989, Carlos Medina Plascencia se instaló en el Palacio de Gobierno. Con sus bemoles, la administración de Miguel Márquez sale bien librada, especialmente en un panorama de gobernadores rapaces que poco o nada lograron por sus terruños. Sin duda, la buena estampa del gobernador representa una importante posición de ventaja para el candidato panista que, muy seguramente, sucederá al gobernador Márquez. Una encuesta de mediados de marzo registraba una holgada ventaja para el candidato del Frente PAN-PRD-MC. Si nada extraordinario sucede en poco más de un mes que resta de campana, Acción Nacional se enfilaría hacia su sexta administración estatal al hilo. En contraste, Chiapas experimenta una honda racha de inestabilidad y fracturas que han terminado por hundir a la coalición en el gobierno estatal. La que fue joya de la corona para el PVEM, vive sus últimos momentos en manos de uno de los suyos. Todo indica que el mapa político de la entidad se modificara radicalmente, pues de una mayoría verde-tricolor podría pasarse a un mosaico variopinto donde Morena irrumpa con fuerza.
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