El Sharafnama de Sharaf Khan Bitlis. Nuevas aproximaciones al estudio de una fuente única de la historia de los kurdos
Summary: Dadas las circunstancias políticas del siglo Veinte, la historia del pueblo kurdo se ha ignorado con frecuencia. Su tierra, Kurdistán, se dividió en cuatro partes luego del Tratado de Lausana, 1923, a lo que siguió una severa represión de la identidad kurda, especialmente en Turquía, donde el régimen kemalista impuso una política de etnocidio. El objetivo era borrar la existencia de los kurdos como un pueblo; el idioma kurdo y las palabras mismas, kurdo, y, Kurdistán, se prohibieron, Todo un movimiento, que Malmîsanij ha llamado, antikurdología, estaba envuelto en la reescritura de la historia kurda como turca y lo que no podía asimilarse debía ignorarse o destruirse. En este contexto, el estudio de la historia kurda no podía prosperar. Es sólo gracias al trabajo de unos cuantos intelectuales kurdos, además de un número selecto de académicos, especialmente en Europa occidental y la Unión Soviética que, a pesar de todos estos obstáculos, los estudios kurdos lograron desarrollarse. Sin embargo, los trabajos producidos en este escenario se concentraron más en la historia oral y las prácticas heterodoxas que en el lugar de los kurdos en la historia del Medio Oriente, un proceso que Michiel Leezenberg ha llamado la, folclorización de los kurdos. Como resultado, los estudios sobre los kurdos en la Edad Media y la época moderna fueron escasos y estuvieron influidos por esta tendencia.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 511740 |
Dadas las circunstancias políticas del siglo Veinte, la historia del pueblo kurdo se ha ignorado con frecuencia. Su tierra, Kurdistán, se dividió en cuatro partes luego del Tratado de Lausana, 1923, a lo que siguió una severa represión de la identidad kurda, especialmente en Turquía, donde el régimen kemalista impuso una política de etnocidio. El objetivo era borrar la existencia de los kurdos como un pueblo; el idioma kurdo y las palabras mismas, kurdo, y, Kurdistán, se prohibieron, Todo un movimiento, que Malmîsanij ha llamado, antikurdología, estaba envuelto en la reescritura de la historia kurda como turca y lo que no podía asimilarse debía ignorarse o destruirse. En este contexto, el estudio de la historia kurda no podía prosperar. Es sólo gracias al trabajo de unos cuantos intelectuales kurdos, además de un número selecto de académicos, especialmente en Europa occidental y la Unión Soviética que, a pesar de todos estos obstáculos, los estudios kurdos lograron desarrollarse. Sin embargo, los trabajos producidos en este escenario se concentraron más en la historia oral y las prácticas heterodoxas que en el lugar de los kurdos en la historia del Medio Oriente, un proceso que Michiel Leezenberg ha llamado la, folclorización de los kurdos. Como resultado, los estudios sobre los kurdos en la Edad Media y la época moderna fueron escasos y estuvieron influidos por esta tendencia.
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