Los días de la farsa: Un ejercicio de concomitancias
Summary: Me entretienen las efemérides, más aun las correspondencias que se sostienen de un cabo a otro entre los días pasados y el presente. Ahora mismo entre el año diecisiete del siglo Veinte y el del Veintiuno. La historia tiene sus paralelismos, sus correlatos, y a veces pareciera que en su aburrimiento cronológico juega frente al espejo a repetirse en ella misma ociosamente. Las fechas que a continuación recojo son un ejemplo; una muestra simple y evidente de lo antes dicho. El pasado jueves dos de febrero, en el santoral, día de la Virgen de la Candelaria, en las pantallas agonizantes de los televisores mexicanos se informó que The Associated Press corregía la nota sobre el contenido de la llamada entre el presidente Enrique Peña Nieto y su homólogo norteamericano Donald Trump, la cual durante el día había dado a conocer que el cuadragésimo quinto presidente de los Estados Unidos de América amenazo al sexagésimo cuarto presidente de México con enviar tropas a nuestro país para detener a los, bad hombres, ya que el trabajo del ejército mexicano era no solo insuficiente sino cuestionable: You have a bunch of bad hombres down there, dijo un presidente al otro. You aren't doing enough to stop them, advirtió el mismo. I think your military is score; sentencio y, tan tranquilamente, intimido diciendo: Our military isn't, so I just might send them down to take care of it: La noticia llego durante ese día hasta los soberanos territorios de las cocinas mexicanas. La amenaza no pasó inadvertida, revivió de entre rescoldos el miedo intervencionista. Provoco, tristemente, temor entre las ollas y vaporeras. Hizo que, del peritito miedo, los tamales no se cocieran. Desgracia nacional por donde se le vea… El pasado es un espejo que no miente y en la oportunidad de nuestro reflejo podemos mirar más allá de los gestos conocidos. En un libro de Slavoj ižek me reencontré con una conocidísima y celebre cita de Marx, Karl, aunque bien podría ser de Groucho, oportuna para ir cerrando este pequeño ejercicio de concomitancias. Dice: Hegel observa en alguna parte que todos los grandes acontecimientos y personajes de la historia mundial se producen, por así decirlo, dos veces. Se le olvido añadir: la primera vez como tragedia, la segunda como farsa. Estos son, sin duda, los días de la farsa.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 509927 |
Me entretienen las efemérides, más aun las correspondencias que se sostienen de un cabo a otro entre los días pasados y el presente. Ahora mismo entre el año diecisiete del siglo Veinte y el del Veintiuno. La historia tiene sus paralelismos, sus correlatos, y a veces pareciera que en su aburrimiento cronológico juega frente al espejo a repetirse en ella misma ociosamente. Las fechas que a continuación recojo son un ejemplo; una muestra simple y evidente de lo antes dicho. El pasado jueves dos de febrero, en el santoral, día de la Virgen de la Candelaria, en las pantallas agonizantes de los televisores mexicanos se informó que The Associated Press corregía la nota sobre el contenido de la llamada entre el presidente Enrique Peña Nieto y su homólogo norteamericano Donald Trump, la cual durante el día había dado a conocer que el cuadragésimo quinto presidente de los Estados Unidos de América amenazo al sexagésimo cuarto presidente de México con enviar tropas a nuestro país para detener a los, bad hombres, ya que el trabajo del ejército mexicano era no solo insuficiente sino cuestionable: You have a bunch of bad hombres down there, dijo un presidente al otro. You aren't doing enough to stop them, advirtió el mismo. I think your military is score; sentencio y, tan tranquilamente, intimido diciendo: Our military isn't, so I just might send them down to take care of it: La noticia llego durante ese día hasta los soberanos territorios de las cocinas mexicanas. La amenaza no pasó inadvertida, revivió de entre rescoldos el miedo intervencionista. Provoco, tristemente, temor entre las ollas y vaporeras. Hizo que, del peritito miedo, los tamales no se cocieran. Desgracia nacional por donde se le vea… El pasado es un espejo que no miente y en la oportunidad de nuestro reflejo podemos mirar más allá de los gestos conocidos. En un libro de Slavoj ižek me reencontré con una conocidísima y celebre cita de Marx, Karl, aunque bien podría ser de Groucho, oportuna para ir cerrando este pequeño ejercicio de concomitancias. Dice: Hegel observa en alguna parte que todos los grandes acontecimientos y personajes de la historia mundial se producen, por así decirlo, dos veces. Se le olvido añadir: la primera vez como tragedia, la segunda como farsa. Estos son, sin duda, los días de la farsa.
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