Humberto Musacchio 25 años

Cuando nació Voz y Voto, en 1993, la izquierda tenía quince años de haber iniciado su viaje por el desconocido territorio electoral. Paralelamente, en ese lapso se desenvolvió un proceso de fusiones y confusiones que desembocó, en 1989, en la constitución del Partido de la Revolución Democrática, en el que terminaron arrinconados, anulados, quienes hasta entonces se asumían como marxista-leninistas. A fines de 1989 había caído el muro de Ber1ín y en diciembre de 1991 la Unión Soviética acabó por disolverse, lo que implicó la pérdida del principal referente ideológico de la izquierda mundial. El desconcierto se acentuó con el paso de China a la economía de mercado, proceso que aún bajo la dirección del Partido Comunista y lo que se quiera, quitó a la gran nación asiática toda posibilidad de liderazgo entre las fuerzas que decían buscar el socialismo. En México, en medio de tales acontecimientos, los partidos y grupúsculos real o presuntamente guiados por el marxismo se vieron huérfanos de referentes ideológicos. El Partido de la Revolución Democrática no se asumía como marxista, pero muchos de sus cuadros venían de la izquierda, en tanto que el Partido Popular Socialista se hallaba irremisiblemente en trance de extinción. El Partido Socialista de los Trabajadores, criatura de la Secretaría de Gobernación, en 1987 se había travestido en Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, el PFCRN, al que en la izquierda se le llamaba, por supuesto en tono de chunga, el ferrocarril, el que se descarriló en las elecciones de 1994 cuando no alcanzó el uno punto cinco por ciento de los votos y perdió el registro, aunque dos años después reapareció como Partido Cardenista para quedar en los últimos lugares en la votación de 1997 y perder definitivamente el registro…