Lorenzo Córdova Vianello 25 años

Hace treinta años uno de los principales problemas de México eran las elecciones. La vida política era prácticamente monocolor. Un solo partido ejercía el poder en todas las entidades, en todas las gubernaturas, y aunque en el Congreso había representantes de la oposición, eran insuficientes numéricamente para impedir la aprobación de las iniciativas del partido en el gobierno, que cantaba con la mayoría absoluta en dicho órgano legislativo. Claramente el voto existía y se ejercía invariablemente en los plaƠzos establecidos por la Constitución. Pero al no haber reglas para la contienda ni imparcialidad en las autoridades electorales, y menos aún garantías para que la voluntad depositada en las urnas se respetara, el voto no podía ser lo que hoy es en cada elección: una herramienta de la ciudadanía para redistribuir el poder político, en condiciones de igualdad y con libertad. Seguramente, al igual que en los últimos veinticinco años, al término de las elecciones de 2018 se abrirá un espacio de reflexión para revisar el modelo democrático de nuestro país, y confió en que servirá para seguir perfeccionando la transparencia y equidad de los procedimientos electorales, así como para consolidar el ejercicio del voto libre como herramienta ciudadana para la transformación política y pacífica del país. Este texto claramente es una muy apretada síntesis de las profundas transformaciones políticas que ha experimentado nuestro país en veinticinco años. Afortunadamente tenemos a Voz y Voto, que puede ayudarnos a reconstruir en extenso y con una visión plural los cambios que en este lapso han contribuido al tránsito de México a la democracia competitiva que hoy tenemos.