Manlio Fabio Beltranes 25 años

Yo creo que indudablemente necesitamos resolver los problemas de la democracia con más democracia. Así, sostengo que ante una elección como la que se advierte, en donde quien gane la elección presidencial podría hacerlo por escasos puntos, cualquier ba1canización de las fuerzas políticas puede ser superada mediante la figura constitucional del gobierno de coalición, la cual, insisto, ya hemos aprobado en la Carta Magna. Quizás el modelo sea perfectible en el futuro; podría integrarse un mecanismo de segunda vuelta que permitiera agregar gobernabilidad a una elección competitiva. Creo, como señalé en otras ocasiones en que se ha debatido esta posibilidad, que en caso de que no se lograse integrar un gobierno de coalición por diferencias irreductibles entre los actores políticos o polarización extrema, entonces cabría acudir a una segunda vuelta, digamos tres meses después de la primera, que permitiera definir ya una coalición política que, a su vez, pudiera ser coalición gobernante. Lo que creo que no debiéramos hacer, mucho menos permitir como sociedad abierta, moderna, plural y demandante, es pretender resolver los problemas de la democracia con menos democracia. No le tengamos miedo a la democracia, ya hemos visto en estos cuarenta años cómo a ella se llega andando, dialogando, negociando y construyendo la mejor posible. En los próximos meses asistiremos a una elección muy competida, de la que habrán de derivarse nuevas exigencias para el sistema político y electoral. Quien resulte ganador, tendrá el reto de gobernar en solitario o integrar un gobierno colegiado, mediante la figura del gobierno de coalición. Cargados de tantos buenos diagnósticos como estamos, ya sabemos qué hacer; solo falta estar de acuerdo en cómo lograrlo. Es mi parecer que una mejor gobernabilidad se logra mediante la suma de fuerzas políticas en un objetivo común, que es el plan de gobierno inclusivo, social y plural que México necesita.