Repensando habitar la ciudad

La ciudad, siendo un producto humano, es resultado de acuerdos relacionados a los deseos de la sociedad local, de su cultura, que es transmitida por signos y símbolos reconocidos como necesarios a la reproducción de esa misma sociedad y transmitidos vía proceso educativo. Los procesos forman visiones del mundo y están, también, ligado, a las cuestiones de política a la nación, a las generaciones y a las clases sociales … El análisis reflexivo y crítico de quién estamos formando y para qué patrones de vida, nos remite a la teoría social crítica que, asociada a las cuestiones urbanas, pro pon e otra forma de urbanización, más democrática, socialmente justa y sustentable, Brenner, 2010. El individuo y la sociedad pueden apropiarse del aprendizaje y transformar su territorio, su espacio vivido, implementando elementos técnicos en el espacio que promuevan justicia social. Estos elementos técnicos son considerados como los, medios instrumentales y sociales, con los cuales, el hombre realiza su vida, produce y reproduce su espacio, Santos, 1999: 25, y se configuran en las dimensiones de desarrollo territorial: político institucional, económico, sociocultural y ambiental. Preparar a la población para procesos participativos y emancipatorios, requiere ir más allá de la acumulación en el sistema capitalista, para pensar también en justicia social y ocupación de espacios de manera ambientalmente correcta.