Gina Domínguez: legado de corrupción y sangre
Summary: Ella hizo de mi vida un Infierno. Y eso que yo no era ningún adversario. Los dos o tres años posteriores a ella, me cerró todas las puertas y ventanas. Nadie me daría trabajo o se las vería con ella. Me quede casi, homeless, y a punto de Irme de Indocumentada sin mi hijo para poder sobrevivir. Ese testimonio no es el de una víctima del crimen organizado, sino el de una comunicadora que experimentó las represalias de Gina Domínguez Colío en su momento de mayor poder, cuando cualquier trabajador de los medios que contara con su antipatía o que no manejara la Información sobre Veracruz bajo sus parámetros, corría el riesgo de perder su trabajo y de ser vetado de los medios del estado durante años. No fue ése el único riesgo de enfrentarse a la poderosa Coordinadora de Comunicación Social de los primeros años del gobierno de Javier Duarte. Si un reportero tenía la desgracia de caer víctima de la violencia que comenzó a azotar a Veracruz con fuerza desmedida desde el primer año de ese sexenio, la vida no era lo único que perdía. También su reputación y buen nombre.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 501385 |
Ella hizo de mi vida un Infierno. Y eso que yo no era ningún adversario. Los dos o tres años posteriores a ella, me cerró todas las puertas y ventanas. Nadie me daría trabajo o se las vería con ella. Me quede casi, homeless, y a punto de Irme de Indocumentada sin mi hijo para poder sobrevivir. Ese testimonio no es el de una víctima del crimen organizado, sino el de una comunicadora que experimentó las represalias de Gina Domínguez Colío en su momento de mayor poder, cuando cualquier trabajador de los medios que contara con su antipatía o que no manejara la Información sobre Veracruz bajo sus parámetros, corría el riesgo de perder su trabajo y de ser vetado de los medios del estado durante años. No fue ése el único riesgo de enfrentarse a la poderosa Coordinadora de Comunicación Social de los primeros años del gobierno de Javier Duarte. Si un reportero tenía la desgracia de caer víctima de la violencia que comenzó a azotar a Veracruz con fuerza desmedida desde el primer año de ese sexenio, la vida no era lo único que perdía. También su reputación y buen nombre.
There are no comments on this title.