Bien valió una misa. Entrevista a Alejandro Encinas
Summary: En nuestra edición de noviembre de 2016 publicamos la conversación que sostuvimos en octubre con el entonces presidente de la Mesa Directiva de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, el senador Alejandro Encinas: La Constitución bien vale una misa, dijo en aquella ocasión a Voz y Voto, a razón de los duros cuestionamientos que recibía la Constituyente por falta de legitimidad en su integración: cuarenta legisladores de los cien no fueron electos sino designados por el gobierno de la Ciudad de México, entre ellos Encinas, así como por el gobierno federal. En aquella plática, habló del proceso de instalación de ese órgano legislativo y del avance en los trabajos de redacción de la Carta Magna del extinto Distrito Federal. Una vez terminada la encomienda de los constituyentes el pasado treinta y uno de enero y promulgado el documento el cinco de febrero, Alejandro Encinas se expresa nuevamente en nuestras páginas, en esta ocasión, para hacer un balance del trabajo realizado por la Constituyente, así como de lo aprobado por ésta. Un balance a su juicio positivo, por el que valió la pena la misa a cambio del producto final: la Constitución de la Ciudad de México.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 497800 |
En nuestra edición de noviembre de 2016 publicamos la conversación que sostuvimos en octubre con el entonces presidente de la Mesa Directiva de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, el senador Alejandro Encinas: La Constitución bien vale una misa, dijo en aquella ocasión a Voz y Voto, a razón de los duros cuestionamientos que recibía la Constituyente por falta de legitimidad en su integración: cuarenta legisladores de los cien no fueron electos sino designados por el gobierno de la Ciudad de México, entre ellos Encinas, así como por el gobierno federal. En aquella plática, habló del proceso de instalación de ese órgano legislativo y del avance en los trabajos de redacción de la Carta Magna del extinto Distrito Federal. Una vez terminada la encomienda de los constituyentes el pasado treinta y uno de enero y promulgado el documento el cinco de febrero, Alejandro Encinas se expresa nuevamente en nuestras páginas, en esta ocasión, para hacer un balance del trabajo realizado por la Constituyente, así como de lo aprobado por ésta. Un balance a su juicio positivo, por el que valió la pena la misa a cambio del producto final: la Constitución de la Ciudad de México.
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