Manglares en disputa. El legado de una ley mal redactada

México es el segundo país del planeta con más ecosistemas diferentes. Sólo China, que es cinco veces mayor en tamaño, supera en cantidad y variedad de cadenas biológicas. Una de las más frágiles es la de los manglares, terrenos costeros cubiertos casi todo el año por agua, en los que brotan árboles de mangle y se crían peces y aves. Ante la destrucción de sesenta y cinco por ciento de los manglares de México, en febrero 2007 se reformó la Ley General de Vida Silvestre para prohibir absolutamente la destrucción. Sin embargo, ahora la Semarnat afirma que la confusa redacción del artículo sesenta Ter propiciará una lluvia de amparos, y los legisladores se encuentran ante la disyuntiva de flexibilizar la ley, a costa de acusaciones ambientalistas, o dejarla como está y frenar proyectos de inversión que podrían atentar contra estos delicados ecosistemas. Los manglares son como los, riñones, de un país, pues en ellos se purifica el agua dulce que les llega del continente, en un proceso biológico que libera nutrientes aprovechados por moluscos y otros organismos.