Periodismo en la era de Twitter: caso The Washington Post
Summary: En House of Cards, quizá la serie de mayor éxito en la televisión internacional de este año, una de las protagonistas es una reportera que transita de la prensa convencional a la de carácter digital… Zoe Bames, interpretada por Kate Mara, es una ambiciosa y avispada reportera, cuyos repentinos éxitos, obtenidos con mucha audacia profesional y pocos reparos éticos, le permiten dejar las certezas del diario impreso para lanzarse a la aventura del periodismo en línea. La redacción del periódico tradicional es ruidosa y espaciosa. En cambio, su lugar de trabajo en la publicación electrónica es pequeño y sin escritorios: los periodistas se acomodan en una butaca o se tumban en el piso, cada uno con su propia laptop y aislados con sus audífonos conectados al iPod… Ese es el medio por el cual Barnes cambió al diario que le ofrecía ascensos para los siguientes años. El sitio digital le paga más y allí no padece las restricciones de contenido que le imponía el periódico impreso. Aquel diario se llama The Washington Herald y no hace falta demasiado esfuerzo para identificarlo con The Washington Post. La venta del emblemático diario de la capital estadunidense a Jeff Bezos, influyente magnate de negocios vía internet, permite que la realidad alcance a la ficción audiovisual. A cambio de doscientos cincuenta millones de dólares en efectivo, el fundador de Amazon se quedó con el segundo más importante periódico en Estados Unidos de América.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 448188 |
En House of Cards, quizá la serie de mayor éxito en la televisión internacional de este año, una de las protagonistas es una reportera que transita de la prensa convencional a la de carácter digital… Zoe Bames, interpretada por Kate Mara, es una ambiciosa y avispada reportera, cuyos repentinos éxitos, obtenidos con mucha audacia profesional y pocos reparos éticos, le permiten dejar las certezas del diario impreso para lanzarse a la aventura del periodismo en línea. La redacción del periódico tradicional es ruidosa y espaciosa. En cambio, su lugar de trabajo en la publicación electrónica es pequeño y sin escritorios: los periodistas se acomodan en una butaca o se tumban en el piso, cada uno con su propia laptop y aislados con sus audífonos conectados al iPod… Ese es el medio por el cual Barnes cambió al diario que le ofrecía ascensos para los siguientes años. El sitio digital le paga más y allí no padece las restricciones de contenido que le imponía el periódico impreso. Aquel diario se llama The Washington Herald y no hace falta demasiado esfuerzo para identificarlo con The Washington Post. La venta del emblemático diario de la capital estadunidense a Jeff Bezos, influyente magnate de negocios vía internet, permite que la realidad alcance a la ficción audiovisual. A cambio de doscientos cincuenta millones de dólares en efectivo, el fundador de Amazon se quedó con el segundo más importante periódico en Estados Unidos de América.
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