Programas y proyectos con ¿perspectiva de género?

En 1995 tuvo lugar en Beijing la Cuarta Conferencia Mundial sobre Mujeres. Desde entonces ha sido la plataforma de acción para que múltiples grupos femeninos, en varias partes del mundo, se organicen y luchen por una causa común: los derechos humanos de las mujeres, la justicia y el cambio social, encaminados a mejorar la calidad de vida de las mujeres y las niñas. De ahí que autonomía y empoderamiento sean conceptos claves para explicar y resolver la situación actual de las mujeres. Ambos conceptos, junto con las ideas de equidad de género y derechos, forman una triada importante para las propuestas y reivindicaciones de las organizaciones de mujeres que se planteen conseguir una revolución cultural profunda, González, 2005… Desde las trincheras del feminismo, activistas y académicas han alzado la voz para poner al descubierto la posición de subordinación de las mujeres y contribuir a su autonomía. Señalan que las relaciones de género son relaciones de poder por lo que la dominación e inequidad siempre están presentes. De ahí la necesidad de implementar acciones para que esa realidad cambie y las beneficie. Una vía para conseguirlo que el género es una categoría y situación relacional, Scott, 1998; Hirsch, 2003, toda acción, programa o proyecto, implementado por el gobierno o la sociedad civil, debe tomar en cuenta también la participación de los hombres.