Deuda y desarrollo : una propuesta alternativa

La deuda externa del país es verdaderamente una suma de muchas deudas, tanto por los sujetos económicos que la contrataron, como por los diversos prestamistas. Esta diversidad no se puede olvidar al momento de la negociación. Sin embargo, en las varias restructuraciones, cambios, modificaciones en los adeudos no pueden aceptarse condiciones como las siguientes: a) en ninguna transacción puede existir la exigencia de aplicar tal o cual programa de política económica. La definición de la política estatal concierne únicamente a los mexicanos y no puede quedar supeditada a compromisos con agencias del exterior; b) la condición de exportador neto de capitales que nuestro país tiene desde hace algunos años debe desaparecer, por el contrario se necesitan recursos para financiar la recuperación económica; por lo que ningún acuerdo que implique la continuidad del país como exportador de capitales puede ser aceptado; c) las reservas internacionales no se pueden comprometer en ninguna operación de canje de deuda. En todo caso su uso debe ser en proyectos productivos fundamentales en el interior de la nación y que requieren importaciones; d) los recursos nuevos que se obtengan de la comunidad financiera internacional en ningún caso podrán utilizarse para pago del servicio de la deuda. Su destino será la economía nacional, en primer lugar las actividades identificadas como prioritarias en el programa de emergencia.