"Soy un papel, cuando ya no me miren es que morí”. Concepción Torres, 106 años
Summary: En el silencio de esta tarde del primero de enero de 2010 veo a mi abuela andar ese camino de tierra entre la cocina y la recámara. Unos veinticinco metros que le pesan como kilómetros. A eso se reduce su mundo luego de ciento seis años de vida. Cuento sus pasos: uno, dos, tres, cuatro... se detiene, mira su huerto y sus manzanos, acaricia las ramas con sus manos y convida de sus palabras, esas que cada vez es más extraño escuchar: Soy un papel... cuando ya no me miren, estaré muerta… ¿Qué se dice? Nada. Las palabras no siempre dan para respuestas. Solamente le sonrío, la abrazo. Caminamos a su tiempo. Ella sigue hablando... hace unos días vino una señora, y le dije que... Antes de convertirnos en polvo, pienso, somos fragmentos.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 427347 |
En el silencio de esta tarde del primero de enero de 2010 veo a mi abuela andar ese camino de tierra entre la cocina y la recámara. Unos veinticinco metros que le pesan como kilómetros. A eso se reduce su mundo luego de ciento seis años de vida. Cuento sus pasos: uno, dos, tres, cuatro... se detiene, mira su huerto y sus manzanos, acaricia las ramas con sus manos y convida de sus palabras, esas que cada vez es más extraño escuchar: Soy un papel... cuando ya no me miren, estaré muerta… ¿Qué se dice? Nada. Las palabras no siempre dan para respuestas. Solamente le sonrío, la abrazo. Caminamos a su tiempo. Ella sigue hablando... hace unos días vino una señora, y le dije que... Antes de convertirnos en polvo, pienso, somos fragmentos.
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