Sombras tenebrosas
Summary: Escuchad con atención. No existe monstruosidad mayor en el mundo romántico, que dejar que la amante, y en contadas ocasiones el amante, se inmole en los desesperantes abismos, y sus Sombras tenebrosas, del enamoramiento total. Dejar que se despeñe en los terrores incontrolables del erotismo y su lánguido, violentísimo abandono, en la agonía de una Muerte sin fin, dixit Gorostiza, y los delirios desolladores del amor… Dejar que todo esto ocurra sin corresponder a toda fuerza a esa emoción que destruye construyendo, que construye destruyendo, en una dialéctica absurda y enloquecedora, es una vileza. Una vileza es permitirlo y promoverlo, cuando uno no está enamorado con la misma intensidad y en sentido contrario de ella, o de él, de la contraparte, cuando lo único que nos conduce a cortejar a la pareja,víctima es una enceguecida pulsión sexual, un puro atavismo animal sin planes en espera, sin futuro compartido, sin presente comprometido. Dejar que la amante se embarque hacia las aguas turbulentas de la pasión hasta verla ahogarse, envenenarla hasta la gangrena del alma con las ponzoñas agridulces de nuestra seducción, con el único objetivo de yacer con ella en el lecho del desamor, es una transgresión que se paga con el despecho. Y se paga caro.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 426874 |
Escuchad con atención. No existe monstruosidad mayor en el mundo romántico, que dejar que la amante, y en contadas ocasiones el amante, se inmole en los desesperantes abismos, y sus Sombras tenebrosas, del enamoramiento total. Dejar que se despeñe en los terrores incontrolables del erotismo y su lánguido, violentísimo abandono, en la agonía de una Muerte sin fin, dixit Gorostiza, y los delirios desolladores del amor… Dejar que todo esto ocurra sin corresponder a toda fuerza a esa emoción que destruye construyendo, que construye destruyendo, en una dialéctica absurda y enloquecedora, es una vileza. Una vileza es permitirlo y promoverlo, cuando uno no está enamorado con la misma intensidad y en sentido contrario de ella, o de él, de la contraparte, cuando lo único que nos conduce a cortejar a la pareja,víctima es una enceguecida pulsión sexual, un puro atavismo animal sin planes en espera, sin futuro compartido, sin presente comprometido. Dejar que la amante se embarque hacia las aguas turbulentas de la pasión hasta verla ahogarse, envenenarla hasta la gangrena del alma con las ponzoñas agridulces de nuestra seducción, con el único objetivo de yacer con ella en el lecho del desamor, es una transgresión que se paga con el despecho. Y se paga caro.
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