Joaquín Mortiz, medio siglo
Summary: Tiene toda la razón Gabriel Zaid cuando dice en su ensayo, Díez,Canedo, el artista, escrito en 1993, en ocasión de la entrega del Premio Internacional Alfonso Reyes a don Joaquín, que éste era, como el mismo Reyes, un artista de la página. Era un editor al que le gustaba hacer buenos libros. En primer lugar, por supuesto, en términos de contenido, pero también, junto con ello, en todo lo relativo a su hechura física… Poeta en su juventud, con habilidades para el diseño y definido gusto tipográfico, expresaba su amor por las letras vigilando la manera en que estas se estampaban. Amaba su oficio de editor… La suya era una vocación que siguió desde muy joven, a los diecinueve años, cuando comenzó a publicar en su natal Madrid la revista literaria Floresta de Prosa y Verso, en 1936, en colaboración entre otros con Francisco Giner de los Ríos y con el apoyo de Juan Ramón Jiménez. Crecer en una casa llena de libros y revistas fue uno de los motivos que lo llevó a ella. Otro, el trato que su padre, el poeta, crítico y traductor Enrique Díez,Canedo tuvo desde muy joven con intelectuales y hombres de letras de España, Francia y América Latina.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 424942 |
Tiene toda la razón Gabriel Zaid cuando dice en su ensayo, Díez,Canedo, el artista, escrito en 1993, en ocasión de la entrega del Premio Internacional Alfonso Reyes a don Joaquín, que éste era, como el mismo Reyes, un artista de la página. Era un editor al que le gustaba hacer buenos libros. En primer lugar, por supuesto, en términos de contenido, pero también, junto con ello, en todo lo relativo a su hechura física… Poeta en su juventud, con habilidades para el diseño y definido gusto tipográfico, expresaba su amor por las letras vigilando la manera en que estas se estampaban. Amaba su oficio de editor… La suya era una vocación que siguió desde muy joven, a los diecinueve años, cuando comenzó a publicar en su natal Madrid la revista literaria Floresta de Prosa y Verso, en 1936, en colaboración entre otros con Francisco Giner de los Ríos y con el apoyo de Juan Ramón Jiménez. Crecer en una casa llena de libros y revistas fue uno de los motivos que lo llevó a ella. Otro, el trato que su padre, el poeta, crítico y traductor Enrique Díez,Canedo tuvo desde muy joven con intelectuales y hombres de letras de España, Francia y América Latina.
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