Indignarse es una ofrenda ...y baile
Summary: Indignarse es una ofrenda, al otro, al de junto. Indignarse duele. Laofrenda también. Indignarse como frente aun espejo. Avergonzarse de lo que ve uno. La crítica frente al espejo… Han pasado algunos años desde que Anatolia murió. Cinco para ser precisos. Ella era una india nahuatlaca de cepa. Monolingüe por más señas. Creía en lo que debía creer. Varios dioses se disputaban su atención y ella se dejaba querer. Pero no se quedaba quieta ni esperando. Creía que si uno regalaba estrellas serían éstas la luz en la noche de los hijos. Creía que antes de hacer fuego se tenía que pedir permiso. El fuego, bien se sabe, tiene su naturaleza. Creía que había que hacer rezos antes de cortar un árbol. Y no creía en enfermedades modernas: sí, así llamaba Anatolia, mi madre, a la depresión y a la flojera. Ruda, sí, pero otra concepción. También gustaba de regalar flores. Han pasado ya cinco años desde que murió. Y esta entrega homenaje está dedicada a ella. Una postal dice más de lo que yo les pudiera contar.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 415122 |
Indignarse es una ofrenda, al otro, al de junto. Indignarse duele. Laofrenda también. Indignarse como frente aun espejo. Avergonzarse de lo que ve uno. La crítica frente al espejo… Han pasado algunos años desde que Anatolia murió. Cinco para ser precisos. Ella era una india nahuatlaca de cepa. Monolingüe por más señas. Creía en lo que debía creer. Varios dioses se disputaban su atención y ella se dejaba querer. Pero no se quedaba quieta ni esperando. Creía que si uno regalaba estrellas serían éstas la luz en la noche de los hijos. Creía que antes de hacer fuego se tenía que pedir permiso. El fuego, bien se sabe, tiene su naturaleza. Creía que había que hacer rezos antes de cortar un árbol. Y no creía en enfermedades modernas: sí, así llamaba Anatolia, mi madre, a la depresión y a la flojera. Ruda, sí, pero otra concepción. También gustaba de regalar flores. Han pasado ya cinco años desde que murió. Y esta entrega homenaje está dedicada a ella. Una postal dice más de lo que yo les pudiera contar.
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