Remember (you too) The Alamo
Summary: Todo se va. No recordamos el pasado inasible sino la imagen que de él nos han construido las palabras. Sin ellas las imágenes del ayer no tendrían ningún significado. Las palabras que dicen la verdad pueden (suelen) ser también instrumentos de la mentira. Nos forjamos un relato del pasado con el único objeto de servir a los intereses del presente. En el cuadro mental hacemos fotoshop, quitamos o añadimos, embellecemos o afeamos, suprimimos con la tecla dele te cuanto no nos conviene... Real o imaginaria la batalla de El Álamo es uno de los mitos fundadores de los Estados Unidos. Un puñado de héroes murió luchando por la libertad a manos de una horda salvaje encabezada por un tirano de opereta. No se dice que esa épica defensa incluía el derecho a tener esclavos... Si Walt Disney es el supremo propagador de esta visión a un tiempo racista, combativa e idílica, sería injusto callar que ha tenido muchos otros partidarios ilustres. Marx y Engels celebraron las agresiones contra el pobre México como triunfos del progreso... Walt Whitman, el más furibundo antimexicano en la literatura de su país, le dedicó versículos épicos. Ya en nuestro tiempo nadie menos que Jorge Luis Borges exaltó en 1961 a, esas otras Termópilas, El Álamo.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 413813 |
Todo se va. No recordamos el pasado inasible sino la imagen que de él nos han construido las palabras. Sin ellas las imágenes del ayer no tendrían ningún significado. Las palabras que dicen la verdad pueden (suelen) ser también instrumentos de la mentira. Nos forjamos un relato del pasado con el único objeto de servir a los intereses del presente. En el cuadro mental hacemos fotoshop, quitamos o añadimos, embellecemos o afeamos, suprimimos con la tecla dele te cuanto no nos conviene... Real o imaginaria la batalla de El Álamo es uno de los mitos fundadores de los Estados Unidos. Un puñado de héroes murió luchando por la libertad a manos de una horda salvaje encabezada por un tirano de opereta. No se dice que esa épica defensa incluía el derecho a tener esclavos... Si Walt Disney es el supremo propagador de esta visión a un tiempo racista, combativa e idílica, sería injusto callar que ha tenido muchos otros partidarios ilustres. Marx y Engels celebraron las agresiones contra el pobre México como triunfos del progreso... Walt Whitman, el más furibundo antimexicano en la literatura de su país, le dedicó versículos épicos. Ya en nuestro tiempo nadie menos que Jorge Luis Borges exaltó en 1961 a, esas otras Termópilas, El Álamo.
There are no comments on this title.