No a la Súper Vía Poniente

La hegemonía política que hoy tiene el PRD en el Distrito Federal se inició en la insurrección ciudadana de fines de los ochenta y principios de los noventa en territorios populares. Ahí donde el PRI lo tenía controlado todo, desde la jefatura de manzana hasta la delegación, surgieron asociaciones populares de todo signo que desde los ríos subterráneos de la cultura y la periferia política le arrebataron el poder al otrora partidazo para dárselo a las diversas izquierdas ya institucionalizadas en el sol azteca. Yuno de esos lugares emblemáticos de lucha popular es el Cerro del judío, hoy atravesado en su corazón por el proyecto de la Súper Vía Poniente… Como ya ha sido ampliamente documentado en otros sitios, el proyecto de unir Santa Fe con Periférico Sur es muy antiguo. Sin embargo, la última vez que un gobierno quiso hacerlo realidad fue justamente cuando Manuel Camacho Solís era regente y Marcelo Ebrard, secretario de gobierno. Eran los tiempos idos del priismo autoritario, hoy revisitado en Magdalena Contreras por quienes entonces ni siquiera eran líderes populares. Los que hoy gobiernan en esa delegación se opusieron entonces a la Súper Vía, fueron parte de la organización popular que echó abajo ese proyecto. Quién iba a decir que a poco más de quince años ellos serían los chalanes para hacer efectiva una de las intervenciones urbanas más agresivas de que se tenga memoria.