Más golpes al dinosaurio

La derrota del cerverismo en Yucatán, la detención del exgobernador de Quintana Roo y la muy probable caída del madracismo en Tabasco, son señales que auguran éxito para el régimen en su lucha contra los resabios del autoritarismo priísta. También le favorecen las señales de fortaleza y estabilidad macroeconómica que contradicen a quienes han visto en el recorte presupuestal y en la “desaceleración” los signos de una inminente crisis estructural del tipo que se presentó en 1994, o la aparición tardía de la recurrente crisis de fin de sexenio. A pesar de estas buenas señales, la hegemonía, y con ella el rumbo del proyecto nacional, sigue en entredicho, pues prevalecen las posturas encontradas entre miembros del gabinete y otros elementos del nuevo bloque de poder, además que el gobierno no ha logrado establecer un acuerdo mínimo con los partidos políticos, sectores y clases sociales, en torno al nuevo proyecto nacional. En este análisis abordamos tres elementos de la realidad que están relacionados con este “seguimiento de proceso”: las elecciones para gobernador que se disputarán este año; la dinámica al interior de los principales partidos (PAN, PRI y PRD) y el comportamiento reciente de la economía nacional.