Regulación base cero: Un gobierno diseñado en las necesidades del ciudadano

En el Reporte Global de Competitividad 2010,2011 del Foro Económico Mundial, México se ubicó en el lugar sesenta y seis del mundo, bajando seis lugares con respecto a la medición anterior. Entre los principales factores que limitan el desarrollo de la economía en el país se encuentran las cargas administrativas derivadas de la normatividad actual. En nueve naciones analizadas encontramos una significativa correlación entre las cargas administrativas, la ineficiencia del sector público, la corrupción, y la competitividad. La mejora regulatoria que se ha implementado en México en los últimos veintiún años ha utilizado estrategias similares a las de otros países; sin embargo, a partir de 2008 el gobierno federal inicio una reforma regulatoria base cero con el propósito de rediseñar el gobierno alrededor de las necesidades del ciudadano. Además de reducir el cuarenta y seis por ciento de las normas en 2010, se estandarizan los procesos administrativos del gobierno con nueve manuales generales, se mejoran trescientos trámites y se combate la corrupción con acciones y sanciones más estrictas. Por otro lado, para que esta reforma logre los objetivos esperados es indispensable establecer la revisión del impacto de cualquier norma después de su publicación, integrar a las autoridades locales y al poder legislativo en la reducción de las cargas administrativas generadas por las leyes, y promover el cambio cultural en las organizaciones públicas hacia el logro de resultados: menos requisitos, menos tiempo, menos costos, generando ahorros que resulten en una mayor inversión pública y privada.