Despedida al señor ministro José de Jesús Gudiño Pelayo
Summary: Me parece que de manera muy acertada, una cercana colaboradora del ministro Gudiño, sintetiza la vida de su jefe en la siguiente frase: Juez por convicción y maestro por vocación… El pasado diecinueve de septiembre se reportó para la Novena Época del Semanario Judicial de la Federación, con la que inicia esta nueva integración del Máximo Tribunal, su tercera baja… La noticia del fallecimiento del señor ministro José de Jesús Gudiño Pelayo, irrumpió en un tranquilo desayuno dominical; de pronto, pareció, que aquella desgracia no encontraba sitio en la conciencia. Nuestro ánimo se subleva y lo rescata. La memoria retrocede inmediatamente ubicándose con diez días de anterioridad, para verlo que rebosante de entusiasmo esperaba iniciar el período de unas merecidas vacaciones… De pronto, la mente inicia un inventario de remembranzas y aparece el rostro siempre sonriente del ministro Gudiño con un cálido saludo matutino, acompañado siempre de una frase halagadora, que marcaba un feliz inicio de jornada laboral. Durante la sesión de pleno, una serie de tarjetas con comentarios amables y jocosos de mis intervenciones. Tarjetas que guardo como uno de mis más preciados tesoros, pues constituyen el testimonio de su valiosa amistad.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 411825 |
Me parece que de manera muy acertada, una cercana colaboradora del ministro Gudiño, sintetiza la vida de su jefe en la siguiente frase: Juez por convicción y maestro por vocación… El pasado diecinueve de septiembre se reportó para la Novena Época del Semanario Judicial de la Federación, con la que inicia esta nueva integración del Máximo Tribunal, su tercera baja… La noticia del fallecimiento del señor ministro José de Jesús Gudiño Pelayo, irrumpió en un tranquilo desayuno dominical; de pronto, pareció, que aquella desgracia no encontraba sitio en la conciencia. Nuestro ánimo se subleva y lo rescata. La memoria retrocede inmediatamente ubicándose con diez días de anterioridad, para verlo que rebosante de entusiasmo esperaba iniciar el período de unas merecidas vacaciones… De pronto, la mente inicia un inventario de remembranzas y aparece el rostro siempre sonriente del ministro Gudiño con un cálido saludo matutino, acompañado siempre de una frase halagadora, que marcaba un feliz inicio de jornada laboral. Durante la sesión de pleno, una serie de tarjetas con comentarios amables y jocosos de mis intervenciones. Tarjetas que guardo como uno de mis más preciados tesoros, pues constituyen el testimonio de su valiosa amistad.
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