Delincuencia en la frontera norte
In: Ciudades 10, 40 (oct-dic. 1988), 44-51Summary: Este artículo aborda el tema de la delincuencia e inseguridad pública en la frontera norte de México en la década de los noventa. En él, se analiza alguna información judicial para observar las tendencias que han seguido entre 1990 y 1995 los delitos que comportan mayores grados de violencia y que atentan en contra de la seguridad física de las personas y de sus bienes. Al mismo tiempo, se hace una aproximación al perfil social de los delincuentes sentenciados por los delitos de homicidio, robo, lesiones, delitos contra la salud y portación de armas de uso exclusivo del ejército. Para tal efecto, se ha acudido a la estadística capturada por el INEGI en los juzgados. En este caso, nos referimos sólo a tres ciudades que por su adyacencia a la frontera y el tipo de actividad que desarrollan se muestran entre las más típicamente fronterizas de todas. Estas ciudades son: Tijuana, Ciudad Juárez y Matamoros, las cuales para efectos del tema que se trata, son reconocidas ampliamente en esta década como sedes conspicuas de los llamados cárteles dedicados al tráfico de enervantes.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 409503 |
Este artículo aborda el tema de la delincuencia e inseguridad pública en la frontera norte de México en la década de los noventa. En él, se analiza alguna información judicial para observar las tendencias que han seguido entre 1990 y 1995 los delitos que comportan mayores grados de violencia y que atentan en contra de la seguridad física de las personas y de sus bienes. Al mismo tiempo, se hace una aproximación al perfil social de los delincuentes sentenciados por los delitos de homicidio, robo, lesiones, delitos contra la salud y portación de armas de uso exclusivo del ejército. Para tal efecto, se ha acudido a la estadística capturada por el INEGI en los juzgados. En este caso, nos referimos sólo a tres ciudades que por su adyacencia a la frontera y el tipo de actividad que desarrollan se muestran entre las más típicamente fronterizas de todas. Estas ciudades son: Tijuana, Ciudad Juárez y Matamoros, las cuales para efectos del tema que se trata, son reconocidas ampliamente en esta década como sedes conspicuas de los llamados cárteles dedicados al tráfico de enervantes.
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