Bin Laden y la última aventura de Supermán
Summary: ¿Puede ser una suprema coincidencia? ¿ O acaso hay gato, o superhéroe, encerrado?... Para entender por qué ahora, justo ahora, en ésta de todas las fechas posibles, se llevó a cabo el ajusticiamiento de Bin Laden, tal vez sea necesario vincular su muerte repentina y deseada con dos acontecimientos aparentemente desconectados que surgieron la semana pasada… El primero, que causó entre fanáticos de la guerra entre el bien y el mal casi tanta consternación como el asesinato del funesto y lúgubre jefe de Al Qaeda, aunque menos júbilo, fue el anuncio de Supermán, en la historieta número novecientos de aniversario que celebra sus peripecias, de que pensaba ir a las Naciones Unidas para renunciar a la ciudadanía estadunidense. El Hombre de Acero que, desde su primera aparición inaugural en la revista de historietas Action de junio de 1938, se viste con los colores de la bandera yanqui y actúa en nombre de los valores estadunidenses, llegó a tan drástica decisión después de sufrir los reproches del encargado de seguridad del gobierno estadunidense, un hombre de raza negra con un peregrino parecido a Colin Powell, por haber volado hasta Teherán para demostrar durante veinticuatro horas su solidaridad con los manifestantes de la revolución verde que protestaban contra el despotismo de Ahmadinejad y sus secuaces…Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 401387 |
¿Puede ser una suprema coincidencia? ¿ O acaso hay gato, o superhéroe, encerrado?... Para entender por qué ahora, justo ahora, en ésta de todas las fechas posibles, se llevó a cabo el ajusticiamiento de Bin Laden, tal vez sea necesario vincular su muerte repentina y deseada con dos acontecimientos aparentemente desconectados que surgieron la semana pasada… El primero, que causó entre fanáticos de la guerra entre el bien y el mal casi tanta consternación como el asesinato del funesto y lúgubre jefe de Al Qaeda, aunque menos júbilo, fue el anuncio de Supermán, en la historieta número novecientos de aniversario que celebra sus peripecias, de que pensaba ir a las Naciones Unidas para renunciar a la ciudadanía estadunidense. El Hombre de Acero que, desde su primera aparición inaugural en la revista de historietas Action de junio de 1938, se viste con los colores de la bandera yanqui y actúa en nombre de los valores estadunidenses, llegó a tan drástica decisión después de sufrir los reproches del encargado de seguridad del gobierno estadunidense, un hombre de raza negra con un peregrino parecido a Colin Powell, por haber volado hasta Teherán para demostrar durante veinticuatro horas su solidaridad con los manifestantes de la revolución verde que protestaban contra el despotismo de Ahmadinejad y sus secuaces…
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