Europa se asusta con su criatura
Summary: Primero hubo silencio y parálisis en Europa ante la represión de Muamar El Gadafi contra el pueblo libio. Después sólo unas pocas voces se atrevieron a emitir titubeantes condenas. Una de esas voces causó furia en la oposición italiana: el primer ministro Silvio Berlusconi aseguró que no había telefoneado al dirigente libio, para no molestar... Ante las críticas por la pasividad europea, la ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, se defendió con el argumento de que es, injusto y superficial, que se les acuse de estar, apuntalando, regímenes dictatoriales. Consideró que su papel es, acompañar los procesos de democratización, y hacer llamamientos, permanentes para que se, evite la violencia y la represión contra los manifestantes.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 401258 |
Primero hubo silencio y parálisis en Europa ante la represión de Muamar El Gadafi contra el pueblo libio. Después sólo unas pocas voces se atrevieron a emitir titubeantes condenas. Una de esas voces causó furia en la oposición italiana: el primer ministro Silvio Berlusconi aseguró que no había telefoneado al dirigente libio, para no molestar... Ante las críticas por la pasividad europea, la ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, se defendió con el argumento de que es, injusto y superficial, que se les acuse de estar, apuntalando, regímenes dictatoriales. Consideró que su papel es, acompañar los procesos de democratización, y hacer llamamientos, permanentes para que se, evite la violencia y la represión contra los manifestantes.
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