Actores anónimos y linchamientos en México
In: El cotidiano 25, 164 (nov-dic. 2010), 75-88Summary: Ni las autoridades policíacas, ni las judiciales, ni la autoridad de la Iglesia pueden detener la ira de un colectivo que agraviado, decide hacerse justicia por propia mano, es decir, es más fuerte la sed de venganza cuando se ha sufrido un agravio que adquiere el carácter de colectivo o moral. Podemos afirmar que la indignación moral tiene en el colectivo indiferenciado su más alta expresión y en la violencia su instrumento de venganza.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 400316 |
Ni las autoridades policíacas, ni las judiciales, ni la autoridad de la Iglesia pueden detener la ira de un colectivo que agraviado, decide hacerse justicia por propia mano, es decir, es más fuerte la sed de venganza cuando se ha sufrido un agravio que adquiere el carácter de colectivo o moral. Podemos afirmar que la indignación moral tiene en el colectivo indiferenciado su más alta expresión y en la violencia su instrumento de venganza.
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