Nuevas dimensiones de las problemáticas urbanas y regionales

A escasos meses del paso al tercer milenio, surge la necesidad de realizar una reflexión de fondo sobre nuestras formas de analizar las problemáticas urbanas y regionales. No se trata solamente de seguir una moda de renovación permanente de conceptos o de enfoques, menos a la obligación de sacrificar los viejos paradigmas en el altar de las nuevas creencias. Es, más simplemente, que la aceleración de la historia reciente obliga a una revisión, compleja ciertamente, pero altamente necesaria y posiblemente fructífera de los estudios urbanos y regionales. Es el repensar las ciencias sociales que pregonan numerosos autores (Wallerstein, 1996; Reguillo y Fuentes Navarro, 1999). Trataremos en este ensayo de orientar las reflexiones desde dos ejes centrales: el primero es el análisis de los cambios desde la perspectiva de los estudios urbanos y regionales -es decir cuál es el cambio de problemáticas- y, en segundo lugar, indagar la modificación de nuestra forma de ver y de analizar la realidad, es decir nuestros conceptos esenciales y nuestra forma misma de investigar.