Un relevista estrella
Summary: A Joakim Soria se le conoce como The Mexicutioner, el verdugo mexicano. Así apodaron los aficionados de los Reales de Kansas City al pitcher mexicano cuando en el primer mes de la temporada 2008 salvó trece partidos en el mismo número de oportunidades; tuvo una racha de veinticuatro bateadores retirados de forma consecutiva; lanzó dieciséis entradas y un tercio sin aceptar carrera, y fue convocado al Juego de Estrellas… En cuatro campañas se ha consolidado como uno de los mejores cerradores de las Grandes Ligas. Suma ciento treinta y dos salvamentos en ciento cuarenta y dos oportunidades; es decir, su efectividad es de noventa y dos punto cuatro por ciento, cifra muy cercana a la que ostenta Mariano Rivera de los Yanquis de Nueva York, quien apenas lo supera con porcentaje de noventa y dos punto nueve por ciento. Si Soria sube al montículo, el equipo y los aficionados pueden estar tranquilos. Sólo resta apagar la luz del estadio.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 395282 |
A Joakim Soria se le conoce como The Mexicutioner, el verdugo mexicano. Así apodaron los aficionados de los Reales de Kansas City al pitcher mexicano cuando en el primer mes de la temporada 2008 salvó trece partidos en el mismo número de oportunidades; tuvo una racha de veinticuatro bateadores retirados de forma consecutiva; lanzó dieciséis entradas y un tercio sin aceptar carrera, y fue convocado al Juego de Estrellas… En cuatro campañas se ha consolidado como uno de los mejores cerradores de las Grandes Ligas. Suma ciento treinta y dos salvamentos en ciento cuarenta y dos oportunidades; es decir, su efectividad es de noventa y dos punto cuatro por ciento, cifra muy cercana a la que ostenta Mariano Rivera de los Yanquis de Nueva York, quien apenas lo supera con porcentaje de noventa y dos punto nueve por ciento. Si Soria sube al montículo, el equipo y los aficionados pueden estar tranquilos. Sólo resta apagar la luz del estadio.
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