Y a ti ¿Quien te autorizó a tutearme?
Summary: Felipe de Jesús… Soy un ciudadano reconocido como ciudadano por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la que también ampara mi derecho a ser tratado con dignidad por cualquier autoridad del gobierno. No soy ninguno de tus empleados personales a los que has designado secretarios de Estado sin consultar a los millones y millones de ciudadanos como yo. Tu investidura no te permite faltar el respeto a personas que jamás has tenido frente a ti. Muchos ciudadanos y ciudadanas como yo trabajamos en instituciones mucho más prestigiosas que la corporación blanquiazul que comandas, y que han hecho a la República contribuciones más importantes, de mayor alcance y permanencia que las provenientes de casi cualquiera de los señores que han ocupado la silla en la que te sientas sin que jamás hayamos sabido si de verdad lo ameritas, varios de nosotros hemos demostrado que los cálculos que sirvieron para darte poquito más de un tercio de los votos de 2006 están falseados y que sus resultados son otros. Recuerda que gobiernas, o algo así, con el débil consenso de un tercio de la ciudadanía votante en esa fecha.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 390086 |
Felipe de Jesús… Soy un ciudadano reconocido como ciudadano por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la que también ampara mi derecho a ser tratado con dignidad por cualquier autoridad del gobierno. No soy ninguno de tus empleados personales a los que has designado secretarios de Estado sin consultar a los millones y millones de ciudadanos como yo. Tu investidura no te permite faltar el respeto a personas que jamás has tenido frente a ti. Muchos ciudadanos y ciudadanas como yo trabajamos en instituciones mucho más prestigiosas que la corporación blanquiazul que comandas, y que han hecho a la República contribuciones más importantes, de mayor alcance y permanencia que las provenientes de casi cualquiera de los señores que han ocupado la silla en la que te sientas sin que jamás hayamos sabido si de verdad lo ameritas, varios de nosotros hemos demostrado que los cálculos que sirvieron para darte poquito más de un tercio de los votos de 2006 están falseados y que sus resultados son otros. Recuerda que gobiernas, o algo así, con el débil consenso de un tercio de la ciudadanía votante en esa fecha.
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