Un cierto juego de pelota
Summary: En la colonia Guadalupe Mainero, muy cerca del barrio de la isleta Pérez en plena Huasteca, en Tampico, un ferrocarril solía interrumpir el juego de beisbol, los rieles cruzaban los jardines del campo y las maniobras se hacían del jardín derecho hacia el izquierdo o viceversa. El público y los jugadores sabían que era así, que era parte de estar en un estadio, en la casa de los Alijadores de Tampico… Los Alijadores fueron campeones, dirigidos por Armando Marsans, con El Canguro Amaro, El Grillo Serrel y Ángel Castro en 1945. El parque tuvo que esperar treinta años para que Héctor Espino, el mejor bateador mexicano de todos los tiempos, les diera otro campeonato. Las fechas se pierden, también las jugadas clave, lo que se guarda en la memoria de todo tampiqueño es la fantástica interrupción del juego por el paso de un tren…Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 383551 |
En la colonia Guadalupe Mainero, muy cerca del barrio de la isleta Pérez en plena Huasteca, en Tampico, un ferrocarril solía interrumpir el juego de beisbol, los rieles cruzaban los jardines del campo y las maniobras se hacían del jardín derecho hacia el izquierdo o viceversa. El público y los jugadores sabían que era así, que era parte de estar en un estadio, en la casa de los Alijadores de Tampico… Los Alijadores fueron campeones, dirigidos por Armando Marsans, con El Canguro Amaro, El Grillo Serrel y Ángel Castro en 1945. El parque tuvo que esperar treinta años para que Héctor Espino, el mejor bateador mexicano de todos los tiempos, les diera otro campeonato. Las fechas se pierden, también las jugadas clave, lo que se guarda en la memoria de todo tampiqueño es la fantástica interrupción del juego por el paso de un tren…
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