El “capo” que ganaba 2 mil pesos…
Summary: Tras el estallido del coche bomba en el centro de una de las plazas más vigiladas del país, el jueves quince, ni la Secretaría de Seguridad Pública ni la Sedena han dado una versión sostenible de los hechos ni de las causas. El historial delictivo de El Treinta y cinco, a cuya detención se atribuye el atentado, no lo avala como capo. Una vez más, la descoordinación de las instancias de seguridad se revela como la causa de su ineficacia. Como dice el visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Gustavo de la Rosa, por ahora en Ciudad Juárez existe un, equilibrio catastrófico, entre la Federación, La Línea y el cártel de Sinaloa.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 383132 |
Tras el estallido del coche bomba en el centro de una de las plazas más vigiladas del país, el jueves quince, ni la Secretaría de Seguridad Pública ni la Sedena han dado una versión sostenible de los hechos ni de las causas. El historial delictivo de El Treinta y cinco, a cuya detención se atribuye el atentado, no lo avala como capo. Una vez más, la descoordinación de las instancias de seguridad se revela como la causa de su ineficacia. Como dice el visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Gustavo de la Rosa, por ahora en Ciudad Juárez existe un, equilibrio catastrófico, entre la Federación, La Línea y el cártel de Sinaloa.
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