México y China. Entre la buena voluntad y la competencia
Summary: La relación de México con China es un buen ejemplo de la política exterior llevada a cabo por las últimas administraciones, la cual se ha caracterizado por su inercia, pues, si bien se ha intentado mantener dentro de los cambios fijados durante la administración de Carlos Salinas en sus rasgos pragmáticos y economicistas, ha carecido de acciones creativas que le conduzcan a la concreción de los propósitos enunciados en los discursos y los planes en relación con la diversificación y el multilateralismo. De esta manera el resultado ha sido que, al margen de la retórica diplomática, la acción de la política exterior mexicana ha profundizado, en un primer término, su gravitación alrededor de Estados Unidos y, en un lejano segundo término, ha logrado acuerdos formales que podrían ser el marco institucional para la concreción de la diversificación, lo cual se ha dejado para administraciones futuras. De esta manera, las relaciones con China se han caracterizado por ser diplomáticamente cordiales, de intercambios comerciales crecientes y deficitarios para México, y de una muy escasa preparación para enfrentar los retos que las relaciones con el país asiático significan.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 372600 |
La relación de México con China es un buen ejemplo de la política exterior llevada a cabo por las últimas administraciones, la cual se ha caracterizado por su inercia, pues, si bien se ha intentado mantener dentro de los cambios fijados durante la administración de Carlos Salinas en sus rasgos pragmáticos y economicistas, ha carecido de acciones creativas que le conduzcan a la concreción de los propósitos enunciados en los discursos y los planes en relación con la diversificación y el multilateralismo. De esta manera el resultado ha sido que, al margen de la retórica diplomática, la acción de la política exterior mexicana ha profundizado, en un primer término, su gravitación alrededor de Estados Unidos y, en un lejano segundo término, ha logrado acuerdos formales que podrían ser el marco institucional para la concreción de la diversificación, lo cual se ha dejado para administraciones futuras. De esta manera, las relaciones con China se han caracterizado por ser diplomáticamente cordiales, de intercambios comerciales crecientes y deficitarios para México, y de una muy escasa preparación para enfrentar los retos que las relaciones con el país asiático significan.
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