La cultura de la corrupción
Summary: En Los versos satánicos, la célebre novela de Salman Rushdie, un personaje femenino, Rekha Merchant, reprocha al actor Gibreel Farishta por su irreverente conducta con las mujeres: Tu desgracia es que siempre se te ha perdonado todo... Sabe dios por qué, siempre te libraste con bien, no se te acusó del delito. Nadie te hizo responder de tus actos… Pero en aquel entonces, agrega el novelista, él pensaba que para eso estaban las mujeres, que eran los vasos en los que él podía derramarse y que cuando él se iba, tenían la obligación de perdonarle. Y es cierto que nadie le reprochaba su abandono, sus mil y un atolondramientos... Durante todos aquellos años fue beneficiario de la infinita generosidad de las mujeres, pero también su víctima, porque tanto perdón hizo posible la más profunda y más dulce de todas las corrupciones, es decir, la idea de que no hacía nada malo.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 371860 |
En Los versos satánicos, la célebre novela de Salman Rushdie, un personaje femenino, Rekha Merchant, reprocha al actor Gibreel Farishta por su irreverente conducta con las mujeres: Tu desgracia es que siempre se te ha perdonado todo... Sabe dios por qué, siempre te libraste con bien, no se te acusó del delito. Nadie te hizo responder de tus actos… Pero en aquel entonces, agrega el novelista, él pensaba que para eso estaban las mujeres, que eran los vasos en los que él podía derramarse y que cuando él se iba, tenían la obligación de perdonarle. Y es cierto que nadie le reprochaba su abandono, sus mil y un atolondramientos... Durante todos aquellos años fue beneficiario de la infinita generosidad de las mujeres, pero también su víctima, porque tanto perdón hizo posible la más profunda y más dulce de todas las corrupciones, es decir, la idea de que no hacía nada malo.
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