La política como pasión
Summary: Ensayar a la vez sobre Nicolás Maquiavelo, William Shakespeare y Thomas Hobbes requiere de encontrar un concepto o una idea que haga comparables a tres autores tan disímiles entre sí. En sus estilos, en sus reflexiones y más aún, en los contextos históricos, filosóficos, en sus intereses e historias personales, no parece existir algún punto en común: si acaso, eso sí, la inquietud –evidente en la obra de cada uno- por la condición humana y su relación con el poder. Sólo así es posible la analogía Maquiavelo-Shakespeare-Hobbes: si se observa a los tres desde el estudio de una de las pasiones más profundas de los hombres: la política, y el juego de la política, o lo que es peor, la tragedia de la política.Ensayar a la vez sobre Nicolás Maquiavelo, William Shakespeare y Thomas Hobbes requiere de encontrar un concepto o una idea que haga comparables a tres autores tan disímiles entre sí. En sus estilos, en sus reflexiones y más aún, en los contextos históricos, filosóficos, en sus intereses e historias personales, no parece existir algún punto en común: si acaso, eso sí, la inquietud –evidente en la obra de cada uno- por la condición humana y su relación con el poder. Sólo así es posible la analogía Maquiavelo-Shakespeare-Hobbes: si se observa a los tres desde el estudio de una de las pasiones más profundas de los hombres: la política, y el juego de la política, o lo que es peor, la tragedia de la política.
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