La victoria de México. Saliendo del laberinto

En noviembre de 1992, un grupo de dirigentes mexicanos que representaban un amplio espectro político fueron invitados por el Centro Carter y el estado de Georgia a observar las elecciones presidenciales en EUA. El motivo oculto, que no era desconocido por los mexicanos, era obtener en reciprocidad una invitación para observar las elecciones mexicanas de 1994… Los mexicanos visitaron muchas casillas en Georgia y se sorprendieron de la descentralización de la votación, cada condado tiene su propio sistema, de la brevedad del reglamento, y de la casi total ausencia de observadores. Llegó un momento en el que uno de los mexicanos comentó: En México, para prevenir el fraude, tenemos gruesos tomos de reglamentación, miles de vigilantes de la elección y un sistema muy centralizado. En comparación, sería muy fácil manipular las elecciones en EUA. Yo pregunté: ¿Entonces por qué hay tanto fraude en México y tan poco en los Estados Unidos? Uno de los del grupo reflexionó: Quizá porque todas las leyes y la vigilancia en México no pueden compensar la falta de confianza en el proceso electoral.